Persiguiendo el sueño: ¿Es posible vivir de las apuestas deportivas en 2023?

Escrito por Lepicks

Actualizado: 17/10/2024

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No son pocos los perfiles en redes sociales que presumen abiertamente de vivir de ganar dinero realizando apuestas deportivas. Aunque a estas alturas, todo lo que vemos por internet debemos agarrarlo con pinzas, sí que me ha parecido apropiado abordar este tema en un momento donde el apostar está muy de moda. La respuesta sencilla es que sí, por supuesto, hay personas cuyos ingresos provienen exclusivamente de lo que ganan con apuestas deportivas. Pero, como siempre suele pasar, hay una serie de factores que todos debemos tener en cuenta.

¿Qué es vivir de las apuestas deportivas?

Lo primero que hay que tener meridianamente claro es qué consideramos como vivir de las apuestas deportivas. Según los vendehúmos de TikTok e Instagram, es pasearse conduciendo coches de lujo y tirando billetes falsos por la ventanilla. La realidad es bien distinta.

En mi opinión, la definición más lógica es que una persona vive de sus apuestas cuando su fuente principal de ingresos proviene de esta actividad y con eso puede costearse su ritmo de vida. Para algunas personas serán 500€, para otras 1.000€ y para otras 5.000€. Pero debido al daño que suelen hacer las redes sociales, entendemos como vivir de las apuestas una meta extremadamente alejada en la que se requieren cantidades ingentes de dinero.

De la misma forma, hay que ser consecuente con tus pretensiones. Si tu objetivo es ganar 5.000€ al mes, no puedes tener una banca o capital de 10€ y hacer apuestas combinadas de 0,10€. Y esto suele ser muy habitual. Lo que ocurre con esta premisa, al final, es que el jugador o apostador se juega todo a una cuota excesivamente alta cuya probabilidad de éxito es minúscula. Por desgracia, te puedo asegurar que así no vas a realizar tener un “sueldo” con las apuestas deportivas.

El corto y el largo plazo no son lo mismo

¿Sabes aquello que dicen sobre que un reloj estropeado da la hora correcta dos veces al día? Pues en las apuestas (y en los juegos donde el azar forma parte en mayor o menor medida), pasa exactamente lo mismo. Si un día, con tu amigo o con tu primo, decides hacer una combinada cuota 1.000, invertir un euro y da la casualidad de que la acertáis, eso no te convierte en una persona ganadora. Sí, técnicamente estás en beneficios, pero de ahí a poder demostrar ser un ganador a largo plazo, la cosa cambia mucho.

En el corto plazo todo el mundo puede ganar dinero con las apuestas deportivas. Por suerte, porque se han alineado los planetas o porque realmente sabes lo que haces, pero la muestra es tan pequeña que no hay forma empírica de demostrarlo.

Por eso, cuando le preguntes a alguien si es ganador en apuestas deportivas, tu primera pregunta nunca debe ser cuánto gana, si no desde cuándo es ganador. Para que alguien pueda considerarse rentable, debe haber demostrado (y tener registro sobre ello) haber obtenido beneficios con varios miles de apuestas en su haber. Con menos de eso, la muestra de apuestas es tan nimia que siempre se puede achacar al azar.

Las rachas, eso que nunca te cuentan

Al ser humano le encanta fardar de sus victorias, pero también suele ser experto en esconder sus miserias. Pero las rachas forman parte de las apuestas deportivas y de cualquier disciplina donde el azar tenga algún tipo de cabida. Sin ir más lejos, el mejor jugador de póker del mundo, por ejemplo, puede encadenar varios meses de pérdidas, a pesar de estar jugando realmente bien y de haber demostrado durante años su rentabilidad.

Las malas rachas llegan, siempre. El cómo se afrontan es lo que normalmente diferencia a un apostador ganador de uno perdedor en el largo plazo, más allá de la habilidad, claro está. Pero si alguien quiere vivir de las apuestas, debe tener sumamente claro, que habrá momentos donde pueda ganar mucho, pero también llegarán etapas donde habrá más pérdidas que ganancias.

¿Qué se debe hacer para vivir de las apuestas deportivas?

La fórmula, en teoría, es bastante sencilla. El problema es que nadie suele dedicar el tiempo y la constancia suficiente como para llevarla a cabo. Es un tema que podría dar para largo, pero resumiéndolo se podría quedar en tres factores: capital, experiencia y habilidad.

Este triángulo es la clave y cada uno de sus tres vértices es igual de importante. Si no tienes dinero o un capital decente para poder generar unos beneficios que te permitan vivir de las apuestas, da igual la habilidad o experiencia que tengas. De la misma forma, si tienes capital, pero careces de experiencia o habilidad, tampoco llegarás muy lejos. Eso sí, si lo único que te falta es dinero, pero has demostrado de forma constante que por tu habilidad y experiencia eres rentable, es casi seguro que podrás monetizar tu andadura en las apuestas deportivas. Ya sea mediante financiación externa o siendo tipster o pronosticador deportivo.

Vivir de las apuestas deportivas no es tarea fácil, eso seguro, pero siempre que se haga con responsabilidad, puede ser un objetivo a intentar para muchos en el medio y largo plazo.